Por Carlos Dormisch
Cuando llegamos a la cancha del "pozo" en la ciudad deportiva, en el aire se olía esa fragancia tan especial, que solo se percibe en días de revancha, en esos días donde el desahogo va a estallar, ese olorcito que despide el césped ansioso de coronación.
El marco estaba dado, había dolores que suponían ser sanados cuando la cosida a mano en tailandia se abrazara de la red, aquella absurda y mágica teleraña, en la que todos queremos morir gritando.
Había once en firme que se enfrentaban contra el tiempo, 1800 días de sequía, García, Cuffaro, Perez, Lazo, Enriotti, Falkemberg, Santamaría, Calcaterra, Fernández, Galvaliz, y el otro Fernández, once con la ilusión única, comandados por el Chino Albarenque, aquel que también llevaba seca la garganta.
Del partido podemos contar mucho o en realidad no deberíamos hablar nada, Central hizo 4, desde el mismo momento en que el señor de negro dió el pitazo inicial, se notó una clara superioridad del auriazul, intentando por arriba, por los laterales y por abajo, del otro lado un Unión que poco sugirió con un Simón implacable que se propuso como la posta a vencer para los de Arroyito.
Un Lucas Lazo imparable vestido con la 4 local, fue la figura inapelable del pretencioso Central;
el mismo que selló su brillante actuación con un golazo, definiendo sobre el arquero a la carrera después de que toda la defensa de Unión se durmiera por completo, es anecdótica la posición válida o no, no por qué no sea importante, si no porque todo estaba definido y no valía la pena ni siquiera discutir con los jueces.
Los otros tres goles también tuvieron dueños, el segundo y el tercero fueron de Nico Fernández, y la frutilla del postre la colocó, el "Tate" Lezcano a los pocos minutos de ingresar al campo de juego.
Llegaron los 90 minutos, y todos se fundieron en un abrazo interminable, todos aunaron sus "gargueros" para retumbar al son del Dale Campeón!!! Media Vuelta Olímpica, lágrimas contenidas, el "chino" que volaba por el aire y el resto ahora si que es Historia, porque este título suena a reapertura de puertas, equivale a la afirmación única de que estos chicos están para más, que esos sueños, que se fueron al tacho cuando el equipo "Grande" de Central perdió la categoría, se renovaron. Porque desde el verde del Gigantito al mundo, los jugadores de este equipo, el más Canallla de todos los campeones, están avisando que quieren pista, pero no para aterrizar, quieren pista para poder volar.
Felicitaciones Centralistas, y gracias por dejarnos vivir desde adentro este más que justo y merecido Título de "Campión".
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