LOS CAMBIOS DE LA VICTORIA

22/07
PROVINCIAL HIZO LOS RELEVOS A TIEMPO, Y SE LLEVO UN JUSTO TRIUNFO ANTE A.D.I.U.R, QUE ESPECULO DEMASIADO EN LA ETAPA FINAL.

No pasa habitualmente en los cotejos, pero está vez sucedió; los tres puntos estaban en el banco de suplentes. Es que el entrenador G. Leonardi tenía las cartas ganadoras esperando, fue cuando en la segunda etapa ingresaron dos futbolistas que le dieron goles y tres unidades fundamentales para seguir soñando.

En el primer capítulo, el juego fue muy atractivo los dos querían ganar, ideal para los que miramos desde afuera, un cotejo de ida y vuelta, con llegadas en los dos arcos. Los 10, de uno y otro lideraban cada ataque, C. Godoy por el lado del local y G. Inseo en la visita. En ese lapso llegó la primera emoción, desde un lateral por derecha de espaldas a las vías del ferrocarril partió el gol de A.D.I.U.R, el arquero se molestó con un compañero en una pelota larga, y lo aprovechó el "gigante" F. Gelatini (llegó a 10 gritos en el campeonato), para estampar el 1 - 0 parcial.

En los último cuarenta y cinco minutos, despertó PROVINCIAL, apenas arrancó la etapa el dt hizo los cambios, que a la postre serían los encargados de las emociones, de un triunfo impostergable. Fue así, que hasta los tantos "rojos", la visita había tenido tres llegadas claras sobre el arco "adiurense". Y las emociones iban a llegar por inercia, el empate a partir de un tiro libre al borde del área que ejecutó con fuerza A. Arancón, y complicó de tal manera al guardavallas J. M. Poleti, que tuvo que ir a buscar la bocha a la red.
Diez minutos más tarde, llegaría el segundo grito, en una gran jugada colectiva, I. Fioroni, define notable para dar vuelta un partido que se presentaba auspicioso, por lo hecho en el complemento. De ahí en adelante, el rojo jugó con la desesperación del team del viaducto, que se fue a buscar la igualdad sin ideas, pero con mucho coraje. Hubo demasiada gente dentro del área foránea, lo que hizo imposible el objetivo del ruso Mozetta.

Un triunfo elaborado a partir del golpe de timón que intentan dar generalmente los entrenadores, en circunstancias adversas, a Leonardi le salió muy bien.
El arbitraje de S. Dessimoni fue casi excelente, sin fallos para discutir, sin gestos ampulosos, con la tranquilidad de la experiencia.