Histórico para los "capos del sur", por primera vez alzaron un trofeo de primera y con total justicia; lucharon y fueron muy inteligentes a la hora de plantear un partido de igual a igual al último campeón del Molinas.
En los 90 minutos no hubo emociones, se fueron derechito a los penales, donde la ineficacia de uno contrastó con la efectividad del otro. CENTRAL remató cinco veces desde el punto del penal (convirtieron Lencina y M. Figueroa, mientras que erraron sus disparos: Ressler, A. Avalo y Migueles). Por el lado del flamante campeador, concretaron Bordón, Gonzalez y "cocone" Aquino; había desviado su tiro Galvez.
En síntesis fue un partido luchado de principio a fin, con los "ojos bien abiertos" de parte de los dos, igualmente ambos tuvieron las chances para abrir el marcador, aunque el trámite siempre fue parejo.
En los últimos quince minutos ORIENTAL empezó a sentir el rigor físico, pero allí fue cuando floreció el amor propio de parte de todos los players de H. Ojeda (dicho sea de paso, notable dibujo táctico para abortar los ataques canallas).
ORIENTAL mereció ser CAMPEON, por la entrega, por la inteligencia para jugarle a un rival de fuste, por el orgullo que tienen los futbolistas por su camiseta, porque todo un barrio los acompañó y se debían para la historia de la institución una estrella, que brillará para siempre.
foto: face H. Ojeda
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